miércoles, 2 de noviembre de 2011

Déficitdeatención.

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Sabía que la filosofía del  << Water closed open legs >>  de Escandar sonaba demasiado bien, que tenia que tener alguna trampa. La trampa  de unas manos, de unos ojos que cerraron la puerta y me dejaron con los pantalones por los tobillos pensando: Ahora que no quería depender de nadie…
Mis autotorturas de siempre que se empeñan en agitarse contigo.
 Me concentro y el ambiente de halógeno se difumina llevándome hasta cualquier sitio con algo de encanto y una mezcla de misterio enmascarado con humo de tu boca…
Allí, en lo afilado del sofá, en medio de una guerra fría que se empeña en subir la temperatura. Si me concentro lo suficiente puedo notar el sabor sangre metálico que primero duele y luego hace que quiera repetir si me sigues mordiendo. Me gustan tus heridas de guerra. Las  que nacieron en mis uñas. Suave.
Sin querer vuelvo.
 Rápido, antes de que me entere de algo, me inyecto algo de ese veneno adictivo. Se forman las mismas imagenes una y otra vez. Droga de efecto rápido y muchas secuelas. Se me dilatan las pupilas y… si, me siento bien.
…Aparecemos en un bar de mala muerte, billar y dos cervezas. Fotografiadas en blanco y negro mientras me rodeas y me acercas lentamente hacia ti. Y te ríes porque todos nos miran.

Lo mejor de todo, que esto no lleva a ningún sitio, que no voy a cambiar nada imaginando como hacemos lo que no nos dio tiempo. Así que a la mierda con la autodestrucción, que venga otra y se ponga borde y cínica conmigo.
Pero a veces, el instante de roce de manos hace que no sepa dónde llamarte para que me des de beber y el alcohol haga que no cicatricemos. Y haces que imagine sin que lo sepas todo esto, haces que no quiera cicatrizar. Porque lo que duele, a veces, inspira.




-H-

2 comentarios:

Misy-Neko dijo...

Y es que la mejor balada de amor es fruto de un desamor...

Hache dijo...

lo peor es que ni si quiera ha llegado a ser eso ,,,