lunes, 18 de junio de 2012

Historias de locos: Veinte días cumpliendo veinte.


Me van a dar las doce escribiendo e irremediablemente será dieciocho y yo llevaré veinte días cumpliendo veinte años. Desde que Celia me hizo llorar y descubrir que, posiblemente me esté volviendo más transparente de lo que creía. Y desde el << y cuando algo te pasa, algo te duele...se nota, no solo los que te conocen, sino en general, se apaga más de la mitad de la luz de la facultad>>

Al principio no entendí nada, o siga sin entenderlo. Sin querer entender a qué cabeza kamikaze se le ha ocurrido toda esta locura. La que me ha dejado una caja llena de regalos, recuerdos, cartas y personas (Y un tutú rosa). Personas que se pueden escribir con mayúsculas y en negrita, que son más corazón que otra cosa y que han tenido que aguantar mis des-horarios, mi cara de enrealidadnomeestoyemocionando y mi puta parálisis ante estas des-situaciones.
Después de Celia vinieron/vinisteis todos los demás, con una oleada de cosas geniales y abrazos entre los brazos. Que era lo que más necesitaba.
Faltan dos minutos para las doce, y mientras me felicitais yo seguiré pensando en vosotros. Putos tarados mentales, inconscientes, retrasados, tontos, cabrones, y simplemente preciosos
Me podría poner más sentimental o de todos los colores y deciros a cada uno que me he quedado con vuestras caras. Que os conozco y sé quien sois cuando estamos a solas (como vosotros a mí). Y podría mentiros y decir que os voy a llenar de besos y palabras cara a cara. Sin embargo os escribo, para haceros inmortales. Y más importantes. Y más grandes.
Que me habéis hecho sentir como una cría, y no digo solo de estos últimos días, sino los anteriores y los que quedan. Posiblemente me hayáis visto llorar, reír, enfadarme, poner cara de gilipollas en las fotos, hacer la imbécil, caerme y…perdidainmediatadeladignidad, tonta, yonki, irónica, odiable… posiblemente hayáis visto ya las mil caras de Helena y ya sepáis eso de mi obsesión por volar. Y en serio que eso, no hay forma de agradecerlo, porque yo me quedo pequeña para cosas tan grandes.
Que no sois normales, que irremediablemente sois las putas tiritas de mis cicatrices y que también, irremediablemente os quiero.  Que sin vosotros, las personas más especiales de mi vida, hubiera muerto. Hace tiempo.

(El rayo de sol que le da algo de luz a este refugio acostumbrado siempre a dramas y cosas de niña triste)

También es el primer año
 que no estas en casa para felicitarme,
 y que te echo de menos.


-H-

1 comentario:

Mirada Cristalina dijo...

No es que te quedes pequeña, es que eres muy grande y por eso te pasan cosas tan grandes.