lunes, 25 de noviembre de 2013

Bukowski was here.







Como la vez que te escribí con mayúsculas, reconozco que es la única forma que tengo de gritar. Y tecleé que te quería, porque era lo que me estaba quemando muy en silencio.
Intento verte entre las miradas al suelo del metro. Y solo veo pies y gente muy muerta por dentro. O será eso de estar enterrados vivos bajo techo - de ningún cielo-, en una carrera constante entre líneas para llegar a la superficie e inhalar algo de vida que echarse a los pulmones. 
Yo sigo buscándote, no se muy bien por qué, pero a esta hilera de vagones los intuyo sesenta centímetros de infinitas paradas hasta el anden con salida a tu pecho.
Y me dejo pasar por el tiempo. Esperando a despertarme de los sueños raros y que me encuentre tu boca si pierdo (alguno de nuestros vuelos).
VEN, en mayúsculas. Te grito porque a ver si cuela, te enciendo, me quemas
y hacemos de las revueltas, 
nuestra cama
y si quieres,
nuestra cena.


-H-

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