Desde que empezaste
a llamarme abreviatura
noté como te
colabas
de golpe
en la brecha cálida
en mi
infancia.
Desde que empezaste
a llamarme abreviatura
creí haber echado contigo
carreras en
bici.
Creí que habíamos
escapado corriendo y de la mano
después del
timbre
y creí haberte
pedido que no le dijeras
a mis padres
que me había
caído. Otra vez.
Me llamaste
tan corto
como ellos,
como los de
antes.
Me llamaste
tan corto
que creí que
formabas parte
hace años de
mi vida.
Me llamaste
letra e intuí
que como
ellos,
como los de
antes,
te quedarías
para siempre
o poco a
poco
también,
desaparecerías.
-H-
No hay comentarios:
Publicar un comentario