Tengo una
herida capaz de enamorarse
en voz alta,
un mínimo de
cien veces distintas al día.
Tengo una
herida capaz de enamorase
cuando en los bares los enfermos callan y
los puntos
de aproximación de tus cervezas,
que poco a poco se alejan
saltan a un
vacío lleno de voces
que gritan:
Tengo una
herida
Y le escuece
tu nombre.-H-
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